El delantero de Colo Colo descartó que en el plantel albo exista temor a la hora de enfrentar los partidos. A su juicio, el problema pasa por lo sicológico y por la presión que algunos jugadores no logran llevar.
La palabra miedo ha comenzado a rondar en el estadio Monumental para explicar el mal momento por el que pasan. Sin embargo este miércoles el delantero Nicolás Canales descartó que ese sea el factor para explicar la situación y dijo que es un problema sicológico.
“En Colo Colo si andas mal hay repercusión, por eso es normal tener nerviosismo o que haya tensión, pero eso se va quitando cuando empiezas a jugar. Si alguien tiene miedo aquí no puede jugar”, enfatizó el ariete en conferencia de prensa.
“Hoy el problema no es deportivo, sino que sicológico y hay jugadores que no son capaces de aguantar la presión, para eso están los sicólogos deportivos, para darte animo y traspasarte sus experiencias, pero si alguno refleja miedo por estar en Colo Colo no puede estar jugando”, insistió el formado en la “U”.
De cara al duelo ante Unión La Calera, el atacante expresó que “ya dimos vuelta la página de la derrota con Cobresal y estamos trabajando para hacernos respetar en casa y comenzar a ganar. Esperemos este sea el despegue porque no hemos perdido la convicción. Sabemos que hay calidad y si nos contagiamos en lo positivo en la parte anímica vamos a dar vuelta esto”.
En cuanto a la continuidad de Gustavo Benítez, aseguró que “él tiene que ser el primero en estar convencido. Es el que lleva la batuta en el equipo. Lo veo convencido junto a su cuerpo técnico y todos pondremos de nuestra parte para sacar esto adelante”.
En tanto que sobre las charlas del técnico guaraní, comentó qué es lo que les pide: “Nos pide que todos tenemos que ser líderes, no esperar que Justo Villar o Luis Mena lo hagan, nos ha dicho que nos contagiemos con eso. Que hay buenos jugadores y los resultados no han llegado por nerviosismo”.
Canales, que manifestó que el objetivo –aunque es complejo- apunta a meterse en la liguilla, se refirió al asado de camaradería que hizo el plantel de Universidad de Chile y que se mezcló con farándula.
“Todos tienen derecho a hacer asados y compartir, pero hay que tener cuidado a quién llaman. Por ahí se deben fijar en las niñas que invitan”, precisó.