José Daniel Morón

José Daniel Morón

Posición:Arquero
Nro. Camiseta: 1
Pierna preferida: –
Fecha de Nacimiento: –
Estatura: –
Peso: –
Nacionalidad:Argentina ( Nacionalizado Chileno )
Apodo:”Loro”
Clubes –:Union Santa Fe (Arg),Colo Colo,Osorno,Deportes Concepcion,Palestino,Audax Italiano
Logros:Campeón Copa Libertadores: 1 (1991)
Logros:Campeón Recopa Sudamericana: 1 (1992)
Logros:Campeón Copa Interamericana: 1 (1992)
Partidos por la Seleccion: 2 partidos internacionales

Él no hacía goles…los impedía. Cruzó la cordillera de los Andes hace 12 años para quedarse. Lo hizo. Hoy es un chileno más, y su camiseta amarilla con el uno en la espalda será difícil que la olviden, menos quienes lo vieron bajo los tres palos en Colo Colo campeón de América. Los hinchas lo quieren, y no sólo por su gran técnica, sino por su capacidad de dar y de recibir cariño.

Así es José Daniel Morón. Un tipo sencillo, que supo de triunfos y de vueltas olímpicas con el club albo. También le tocó la experiencia de jugar en equipos “chicos”, en los cuales igual se entregó por entero, pero nunca se imaginó estar en otro arco que no fuera el del Monumental.

El “Loro”, como le llaman sus amigos, prepara su despedida oficial del fútbol que le dará Colo Colo. “Quiero que el Monumental esté lleno, porque es más lindo el recuerdo de un estadio con la gente que realmente te quiere, en vez de andar preocupado si ganaste plata o no”, sostiene con alegría. Espera con ansias ese día de diciembre para decir, a todos los hinchas: “Gracias por su cariño, ustedes son mi mayor trofeo”.

INICIO DEL ROMANCE

El comienzo no fue fácil. En Colo Colo el titular en el ’87 era Marcelo Ramírez y contaba con toda la confianza del técnico Arturo Salah. Morón debió esperar su oportunidad. Ahora, 12 años después, recuerda con más tranquilidad “como si hubiese sido ayer” los dos meses que tuvo que soportar en la banca para debutar.

“Mi primer partido fue ante San Luis de Quillota. Ellos peleaban el descenso y nosotros ganamos por dos a cero. Considero que jugué un partidazo, por algo en varios medios me nombraron como la figura. Fue algo maravilloso, debutar y andar bien. Pero inmediatamente venía el clásico con la ‘U’, mi primer partido en Santiago con un Estadio Nacional lleno”.

Agrega: “Cuando estábamos en el camarín, Lizardo Garrido y Raúl Ormeño me molestaban al decirme: ‘ahora vamos a desenvolver a este paquetito’. Esas palabras nunca se me olvidaron porque me dieron más confianza para no defraudar a nadie. Cuando entré a la cancha estaba muy nervioso, sentía a toda la gente que estaba detrás del arco norte. A los pocos minutos de haber empezado el encuentro, vino un ‘corner’ por el sector derecho del lado norte, yo salí, me elevé (se para de la silla para explicar la jugada) y tomé la pelota, y sentí a toda la galería norte hacer un ohhhhhhhh! De ahí me dije: no salgo nunca más de este arco”.

Es así como se inició el romance de Daniel Morón con el club albo, el cual se prolongó por cerca de seis años y estuvo marcado por más triunfos que fracasos.

La derrota que más le dolió fue cuando en 1994 tuvo que dejar al equipo. “Lo lamentable de esto, a mi parecer, fue que se equivocaron y no respetaron mi trayectoria. Colo Colo debe trascender a las personas, no puede ser que, por haberme identificado con Eduardo Menichetti, eso haya influido para mi salida. Fue doloroso, pero no puedo vivir con ese rencor”.

CAMBIO DE CASA

Después de salir del cacique, Daniel Morón pensó seriamente en el retiro, pero los dirigentes de Osorno lo convencieron para que jugara por el equipo de la Décima Región.

“Al comienzo fue fácil, o sea se me dio lo inverso a lo que viví en Colo Colo, porque llegué ‘al tiro’ como titular. El problema se produjo por las instalaciones precarias que tenía el club. Aquí me pude dar cuenta de las diferencias que hay con los ‘tres grandes’ del fútbol chileno. En todo caso, la gente se portó muy bien conmigo, como también en los otros equipos por los cuales jugué: Deportes Concepción, Palestino y Audax Italiano”. Lo más motivante para él fue cuando tenía que enfrentar a Colo Colo (se pone de pie) “le quería reventar la cabeza (ríe) a pesar del amor que siento por esa camiseta. Eso, sin duda, era una responsabilidad tremenda, el colocolino jamás me hubiese perdonado si yo me dejaba meter un gol, porque sería un engaño o una burla para ellos y para el club. Por suerte no los defraudé”.

Morón vive tranquilo, “yo dispongo del tiempo cuando quiero y no cuando puedo. Antes tenía la obligación de ir a entrenar, ahora comparto mucho más con mi familia” sostiene con alegría este arquero -más bien ex- que ahora está dedicado al comentario deportivo en el programa “Fuera de Juego”, que transmite Chilevisión, y a los negocios, pues posee, junto con cuatro socios, un complejo deportivo donde inauguró hace poco una escuela de fútbol junto a Jorge “Koke” Contreras y Mario Lucca.

El “Loro”, aparte de dejar estampada la camiseta amarilla en el club albo y en todos los equipos que defendió, entregó al deporte algo más importante: amor, respeto y profesionalismo. Factores fundamentales que explican el gran cariño que el hincha del fútbol siente por él.