El ex timonel de Colo Colo, Peter Dragicevic, manifestó su más absoluto rechazo por el arribo de Arturo Salah a la testera de Blanco y Negro, argumentando que el otrora seleccionador nacional claramente “no es una persona identificada con los valores del club”.
Dragicevic, pese a ser quien llevó a Salah como entrenador al club albo cuando era su presidente, se mostró en desacuerdo con su llegada a la concesionaria.
“Es un tema histórico, de valores, de sentimientos, que ha seguido una línea de crecimiento permanente… No encontrar una persona identificada con los valores del club para que sea el presidente de una sociedad que está administrando los destinos de la corporación, la verdad me parece un nuevo golpe para la gente de Colo Colo”, afirmó el ex dirigente deportivo en diálogo con Al Aire Libre en Cooperativa.
En esa línea, argumentó que Salah “fue formado en Universidad de Chile, eso no es ningún misterio… Una cosa es ser director técnico de un equipo, de hecho los directores técnicos que han llegado, casi todos no tenían identificación con el club, pero son funcionarios que obedecen una filosofía que viene del directorio. En este caso no es así; él llega en otro rol, que a mí en lo particular no me parece”.
“Hay gente mucho más representativa (que él), como por ejemplo el propio Carlos Caszely… Si se hubiese querido respetar un poco a la gente de Colo Colo se habría optado por ellos, pero hoy día no existe ninguna consideración y ByN hace lo que estima pertinente, muchas veces y hasta ahora, absolutamente de forma equivocada”, añadió.
ByN ha empobrecido al club y le ha restado jerarquía
Asimismo, Dragicevic responsabilizó directamente de la crisis alba a quienes componen el directorio de la concesionaria.
“El problema no está ni en los presidentes de Blanco y Negro ni los entrenadores; son quienes componen Blanco y Negro (ya que) no solamente no han enriquecido al club, sino que lo han empobrecido; le han quitado jerarquía y categoría”, cuestionó.
Por último, indicó: “Han administrado el club a espaldas de la gente, para el 10 por ciento de los chilenos, dándole vuelta la espalda al 90 por ciento… Nunca en la historia de este país una sociedad anónima le ha producido tanto daño a un grupo tan grande de gente”.