El cuadro dirigido por Marco Antonio Figueroa fue muy superior al Cacique en Calama en el inicio del Torneo de Transición. Además Leandro Delgado fue expulsado y se perderá el próximo duelo.
Era el partido más atractivo de la primera fecha del Torneo de Transición 2013, el que más expectación causaba y el debut de un grande. Pero ni el hincha más acérrimo imaginó la apabullante goleada que encajaría Cobreloa sobre un desconocido Colo Colo: Un contundente 5-2 que dejó a los albos con varias dudas para el resto del campeonato.
Mal en el ataque, un opaco mediocampo y peor en la defensa, eso sumado al buen juego de los loínos dejó uno de los peores saldos del último tiempo para el Cacique de Omar Labruna.
Desde el primer minuto fue más Cobreloa, los dirigidos por Marco Antonio Figueroa metieron en su propio campo a los albos que poco y nada podían hacer para frenar los embates naranjos.
Fue así como a los 38’ Leandro Gracián anotó un verdadero golazo desde fuera del área que dejó sin oportunidad a Eduardo Lobos.
Pero no fue sino hasta la segunda parte cuando Cobreloa se destapó. Recién comenzado el complemento, Esteban Pavez derribó en el área a Diego Silva y el árbitro no cobró penal. El encargado de estirar las cifras fue Miguel Ángel Cuellar quien en la segunda oportunidad envió el balón dentro de la portería.
Y sólo dos minutos después, Miguel Ángel Cuellar volvió a marcar con una gran jugada personal. Hasta ahí era goleada, pero los naranjos querían humillar a los albos y Bryan Cortés anotó el cuarto ante la una verdadera complicidad de la defensa colocolina.
La guinda de la torta la puso Sebastián Pol a los 66’, aunque en clara posición de adelanto. Pero, pese al error arbitral, eso no quita lo mal que marcó el fondo del Cacique.
Colo Colo maquilló el resultado con dos goles de Mauro Olivi (77’ y 79’), pero estuvo muy lejos de lo esperado por uno de los equipos “grandes” del fútbol chileno. Y para terminar la pésima jornada, Leandro Delgado se fue expulsado a los 88’ por doble tarjeta amarilla; el Cacique tuvo una tarde para el olvido.